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Finanzas Climáticas

Invertir en descarbonización aumentaría empleo y aceleraría reactivación económica

 

  • El máximo nivel de inversión aumentaría el empleo en un 1,4% a partir de un escenario sin pandemia

Miércoles 20 de abril, 2022. Invertir en la descarbonización del país significa recuperarnos más rápidamente de la crisis del COVID-19, en términos de empleo y valor agregado. Según el nivel de inversión, la recuperación tras la pandemia es más acelerada.

Es la principal conclusión del estudio ‘Una recuperación verde del COVID-19 en Costa Rica: alineando las inversiones en descarbonización con la recuperación económica’, presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), en el Auditorio del Consejo Nacional de Rectores (CONARE).

Se estudió cómo la inversión en descarbonización acelera la recuperación económica tras la pandemia, en comparación con una recuperación tradicional y un escenario sin COVID-19. También se analizaron los efectos de 3 escenarios de inversión en descarbonización sobre el empleo y el valor agregado de los sectores económicos.

El PNUD encargó el estudio a la Corporación RAND como seguimiento al realizado sobre los costos y beneficios netos del Plan Nacional de Descarbonización.

La descarbonización es el proceso de reducción de emisiones de carbono a la atmósfera. Costa Rica tiene el compromiso de convertirse en un país con cero emisiones netas para el 2050. La política pública para la acción climática propone acciones en mitigación – es decir reducción de los gases de efecto invernadero – y adaptación – disminución de las vulnerabilidades –, tanto del sector público como del privado.

Más empleos que sin COVID-19

Según el estudio, en cada nivel de inversión la recuperación del empleo se acelera. Si Costa Rica realiza estas inversiones, al cuarto año el empleo sería mayor de lo que habría sido sin COVID-19 y sin inversiones en descarbonización.

5 años de inversión anulan por completo el efecto del COVID-19 sobre el empleo; e incluso el nivel más alto de inversión aumenta el empleo en un 1,4% en comparación con un escenario sin pandemia y 3 puntos porcentuales en comparación a un escenario con pandemia (ver Gráfico 1).

Invertir en descarbonización reduciría la pérdida de valor agregado debido al COVID-19 en los primeros años y aumenta hasta el cuarto. Para ese año, el valor agregado aumentaría 2,1% en comparación con la línea base sin COVID-19. Y aumentaría 2,6 puntos porcentuales o ¢945 mil millones en comparación con un escenario con pandemia y sin realizar inversiones (ver Gráfico 2).

Estos son los 3 niveles de inversión analizados:

Inversión durante 4 años % de PIB en 4 años Inversión anual % PIB anual
$4.850 millones 7,53% $1.212,50 millones 1,88%
$6.200 millones 9,62% $1.550 millones 2,41%
$8.200 millones 12,90% $2.075 millones 3,23%

 

Para tener una idea de la inversión estudiada, $5 mil millones equivalen al 7% del Producto Interno Bruto (PIB) costarricense. Este es un monto similar al que el Estado invierte en educación en un año. Las inversiones en descarbonización se realizarían en 4 años.

Transformación de la economía

Los efectos de la descarbonización no serán los mismos en todos los sectores de la economía. Pero sí los mayores escenarios de inversión aumentarán el empleo en todos los sectores, con respecto al que se habría producido sin el gasto en descarbonización. Sin inversión en descarbonización, todos los sectores – excepto hoteles y restaurantes – acarrearían pérdidas de empleo al 2025 debido a la pandemia (barras rojas en Gráfico 3).

Los mayores efectos de invertir en descarbonización se sentirían en el sector de la construcción, con un aumento del valor agregado entre el 8,1% y el 13,7% (entre 146 y 249 mil millones de colones).

Al mismo tiempo, cambiarán las dinámicas de empleo y producción en el agro, pues se crearán ventajas comparativas para la industria manufacturera y el transporte. Sin embargo, esta inversión elimina parcialmente los efectos residuales negativos del COVID-19 en el sector agrícola. Y el efecto desproporcionado es menor en los escenarios de inversión de $6.200 y $8.300 millones, cuando aumenta el gasto en el sector agrícola. (Ver Tabla Beneficios en todos los sectores).

“El estudio Una recuperación verde del COVID-19 en Costa Rica: alineando las inversiones en descarbonización con la recuperación económica evidencia que invertir en la descarbonización es el camino para seguir. Pero también nos insiste en que el país debe aplicar políticas adicionales para facilitar la contratación y formación de grupos vulnerables, como personas trabajadoras con menor calificación, grupos étnicos minoritarios y mujeres”, afirmó Rolando Castro Córdoba, ministro de Ambiente y Energía.

“Si queremos reducir significativamente la desigualdad y la pobreza debemos transformar la economía. La descarbonización del modelo de producción implica ese cambio. Pero el estudio nos avisa que los programas educativos y de formación complementarios pueden aumentar el efecto multiplicador de las inversiones en sectores como el agro”, dijo Allan Campos Gallo, representante del CONARE, quien participó en la presentación.

“La crisis climática y la pandemia nos obligan a buscar transformaciones profundas. El divorcio de la economía del petróleo es impostergable y debe tener en cuenta a las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. Ante los cambios estructurales, debemos trazar rutas inclusivas que aseguren acciones compensatorias en favor de aquellos sectores que no reciben los beneficios de las inversiones que irán hacia otros”, aseguró José Vicente Troya Rodríguez, Representante Residente del PNUD.

Metodología: ¿cómo se realizó el estudio?

  • Se utilizó un modelo de equilibrio general de la economía costarricense, la Plataforma de Modelación Económico-Ambiental Integrada (IEEM), proporcionada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
  • La IEEM está calibrada a la economía de Costa Rica.
  • La IEEM se usó para estimar:
  • cómo la economía se vio afectada por el COVID-19
  • cómo podría recuperarse de ese impacto
  • cómo la inversión en descarbonización aceleraría su recuperación
  • la productividad para cada sector (utilizando el valor agregado).
  • Se simuló el comportamiento económico del 2019 al 2020 a través de muchas combinaciones de parámetros, para estimar los parámetros que mejor simulan los datos económicos del INEC y el BCCR.
  • Se estimaron 3 trayectorias de recuperación económica del COVID-19: a 1 año, 3 años y 5 años.

El modelo es robusto y preciso: se replicó razonablemente bien el impacto del COVID-19 sobre la actividad económica costarricense. Medida por el valor agregado, una disminución de 4,3% en 2020 frente a la contracción estimada por el BCCR del 4,1%; y en el empleo una caída del 13% estimada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) vs. 14,3% estimada por el modelo.

Lea el estudio aquí

Lea el estudio Una recuperación verde del COVID-19 en Costa Rica – Alineando las inversiones en descarbonización de Costa Rica con la recuperación económica aquí y un resumen aquí.

Sobre el autor:

Dirección de Cambio Climático

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