Costa Rica anunció hoy que incrementará sus esfuerzos para hacerle frente al cambio climático, limpiar el aire de sus ciudades y modernizar sus sistemas agropecuarios y de gestión de residuos y confirmó su propuesta de trabajar por una economía descarbonizada y resiliente en las próximas décadas.
El país presentó hoy las metas titulares de la Contribución Nacionalmente Determinada 2020 (NDC 2020, por sus siglas en inglés), un documento oficial que reúne las políticas públicas en materia climática que el país planea implementar entre 2021 y 2030. La publicación de las metas titulares u compromisos generales coincide con el quinto aniversario del Acuerdo de París; el resto de la NDC que detalla estas metas se publicará este diciembre.
El documento completo resumirá las acciones que el país tomará en 13 áreas de trabajo, desde transporte y energía hasta océanos y finanzas climáticas.
“Nos llena de orgullo que Costa Rica presente una NDC actualizada más ambiciosa, que incluya elementos de transición justa y en la que se integra mitigación y adaptación en un solo concepto de acción climática. Es urgente que todos los países tomemos medidas claras y decididas para actuar ante la crisis climática. Las acciones durante la próxima década serán claves para transformar nuestro país, convertir las amenazas en oportunidades y para contribuir a la recuperación sostenible tras la crisis económica y sanitaria del 2020”, dijo la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza Murillo.
La NDC actualizada promete una reducción todavía mayor de emisiones, con una meta de 9.11 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) incluyendo todos los gases y todos los sectores cubiertos por el Inventario Nacional de Emisiones correspondiente. Esto hace que las acciones climáticas de del país estén en línea con la meta global de aumento de temperatura, definida por la comunidad internacional en 1.5 °C.
La anterior contribución del país, presentada en 2015, tenía una meta de 9.37 millones de toneladas de CO2e al 2030.
Como referencia, las emisiones del país en el 2012 fueron 11.8 millones de toneladas de CO2e, según el segundo Informe Bianual de Actualización, publicado en 2019. De esta manera, la NDC 2020 implicaría una reducción de emisiones del 22.84% con respecto a las emisiones del 2012, una reducción mayor que el 20.64% prometido en la contribución previa.
Además, el país se compromete a fortalecer las condiciones de resiliencia social, económica y ambiental del país ante los efectos del cambio climático.
Esta nueva contribución fue creada de manera colaborativa por especialistas del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y por representantes de otras entidades públicas, del sector privado, la academia y la ciudadanía.
Las metas están basadas en una combinación de modelos computacionales desarrollados por la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y un proceso participativo de sesiones de planificación basada en escenario narrativos, desarrolladas con el apoyo de profesionales de la Universidad para la Cooperación Internacional, y donde participaron más de 350 personas durante varios meses del 2020.
El documento de la NDC estuvo en consulta pública en el sitio de la Dirección de Cambio Climático del MINAE y del Ministerio de Planificación entre el 27 de noviembre y el 11 de diciembre. Este proceso recibió 165 comentarios, pero ninguno altera las metas titulares y por eso el país procedió a publicarlas. El resto del documento estará disponible en diciembre, cuando el MINAE procese los comentarios.
Acorde con prioridades país. La Contribución Nacionalmente Determinada 2020 está construida sobre la base de otros compromisos clave que el país ha asumido en los últimos años, incluyendo el Plan Nacional de Descarbonización, la Política Nacional de Adaptación, el Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública 2019 – 2022 y otros como el Plan Estratégico Nacional Costa Rica 2050 que están en desarrollo.
Además, la NDC está asentada sobre una visión de transición justa y justicia social y climática. Esta visión plantea que el país reconoce que la transformación de su economía y sociedad son urgentes e impostergables y reafirma que nadie puede quedarse atrás por atender este sentido de urgencia.