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Es oficial: un plan para la resiliencia
Cada temporada de lluvias y cada época seca, los eventos hidrometeorológicos siguen explotando las mismas debilidades de nuestros sistemas humanos, generando pérdidas económicas y hasta de vidas. Ahora, Costa Rica por fin tiene un plan para reducir esas vulnerabilidades.
El país lanzó oficialmente el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2022-2026 el pasado 25 de abril, durante una actividad en el Parque Ecológico del SINAC en la que participó el presidente de la República, Carlos Alvarado, junto con otras actividades de gobierno, cooperación internacional y sociedad civil.
El plan marca la primera vez que Costa Rica tendrá un instrumento de este tipo para hacerle frente a los impactos de la crisis climática. El documento traza las acciones necesarias para implementar la Política Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2018), la cual plantea que debemos fortalecer la resiliencia del país y aprovechar las oportunidades para transicionar a un modelo de bienestar.
Pero el nuevo plan, además, es una necesidad urgente debido a la alta exposición del país a eventos hidrometeorológicos cada vez más extremos. Datos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) muestran que las sequías, lluvias intensas y huracanes aumentarían en frecuencia e intensidad.
“El cambio climático representa una de las mayores amenazas que tenemos no solo como país sino como sociedad. La mejor ciencia disponible a nivel nacional e internacional nos advierte que los eventos relacionados al cambio climático se volverán más graves. Por eso debemos actuar rápido”, señaló el ministro de Ambiente y Energía, Rolando Castro.
Entonces, ¿qué dice este plan? Básicamente, el instrumento actúa en seis ejes principales: gestión del conocimiento, planificación territorial, gestión de ecosistemas, servicios públicos, sistemas productivos, e inversión y seguridad financiera.
Las acciones implican, por ejemplo, incorporar medidas de adaptación en planes reguladores, evaluación del riesgo climático al crear nueva infraestructura pública, áreas silvestres protegidas que sirvan como “refugios climáticos”, incorporación de seguros climáticos y fortalecimiento del financiamiento de la adaptación, entre muchas otras.
En total, de hecho, el plan cuenta con 232 acciones concretas, que serán implementadas por 49 instituciones distintas. Ahora, tal como indicó el ministro Castro durante el evento de lanzamiento, sigue la parte más importante: la implementación.
El presidente Alvarado señaló que el plan es un proyecto de estado, que debe implementarse para “proteger a la población, a la producción y a Costa Rica” frente a los impactos del cambio climático.
El nuevo plan es una oportunidad para que, como sucede cada temporada de lluvias o en cada periodo de sequía, los eventos hidrometeorológicos paren de abrir las mismas viejas heridas.
Las caras de la resiliencia
Durante la actividad de lanzamiento del Plan no sólo nos acompañaron autoridades de gobierno, sino también personas como doña Sonia Gómez Acuña, agricultora orgánica de Tierra Blanca de Cartago que enfrenta los impactos relacionados al clima directamente.
Durante el verano, largas sequías suelen abatir la finca de doña Sonia. “Nos hemos tenido que adaptar a esas sequías por el cambio climático”, dice la agricultora. Una de las soluciones que adoptó fue la cosecha de agua de lluvia, para utilizar en tiempos de sequía.
Como ella, otras personas que también han tomado acciones para resistir los impactos del cambio climático presentaron sus iniciativas. Estas personas mostraron que, si bien el país recién estrena un plan formal de adaptación, ya existen muchas experiencias implementadas.
Uno de los ejemplos es doña Zoraida Hernández Mena, quien viajó desde el territorio indígena Quitirrisí, en el cantón de Mora, para estar en el evento. Ella ha puesto su huerta agroecológica a producir medicinas tradicionales, algo que ha aumentado la resiliencia familiar.
El cambio climático ha generado deslizamientos e inundaciones en el territorio Quitirrisí. Las mujeres jefas de hogar suelen tener menos recursos para enfrentar estos eventos, por lo que los emprendimientos verdes ayudan a aumentar su resiliencia.
“Los territorios indígenas ya están viviendo más dificultades que en el pasado por causa del cambio climático”, explicó Raúl Pérez, hijo de doña Zoraida.
Durante el evento también se presentaron iniciativas de alerta temprana de desastres del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), adaptación basada en ecosistemas de GIZ e involucramiento de la juventud por parte de UNICEF, entre otros.
En la DCC también hemos impulsado la adaptación al cambio climático de diferentes formas.
Mediante el proyecto Plan A, lanzamos una serie de guías para gobiernos locales sobre cómo incorporar la adaptación en sus planes. 20 cantones piloto formaron parte del proyecto y ya han incorporado o planean incorporar la variable climática en su planificación local.
También creamos un Aula Climática, que incluye entre sus diferentes cursos, un curso virtual sobre cómo planificar para la adaptación al cambio climático. Este sirve de insumo para comunidades o personas interesadas en aprender más sobre el tema.
¿Por qué es tan importante avanzar en este tema? Al final, tenemos mucho en juego, como se puede ver en esta plataforma multimedia sobre adaptación al cambio climático. Nuestra biodiversidad, salud, agua, infraestructura y muchas otras cosas dependen de qué tan dispuestos estemos a hablar sobre adaptación a la crisis climática.
La descarbonización reactivará la economía
A partir del 2020, tras los embates de la pandemia del COVID-19, la reactivación económica se volvió un objetivo impostergable para Costa Rica. Ahora, un nuevo estudio evidencia que la descarbonización es nuestra mejor apuesta para lograr esta meta y además cerrar brechas históricas.
Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la DCC, encargado a la Corporación RAND, muestra que invertir en la descarbonización aumentaría el empleo, el valor agregado y la reactivación económica en todos los sectores de la economía.
El equipo investigador utilizó un modelo de equilibrio general de la economía costarricense, la Plataforma de Modelación Económico-Ambiental Integrada (IEEM), proporcionada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR). Con el IEEM se estimó:
- cómo la economía se vio afectada por el COVID-19
- cómo podría recuperarse de ese impacto
- cómo la inversión en descarbonización aceleraría su recuperación
- y la productividad para cada sector (utilizando el valor agregado).
Así se analizaron 3 niveles de inversión (nivel alto, medio y bajo), así como un escenario sin ninguna inversión en descarbonización.
Según el estudio – llamado Una recuperación verde del COVID-19 en Costa Rica: alineando las inversiones en descarbonización con la recuperación económica – en todos los escenarios analizados el empleo aumenta en todos los sectores.
En contraste, bajo una recuperación tradicional, el empleo no llegaría a recuperarse a los niveles como si no hubiera habido COVID-19.
“El estudio evidencia que invertir en la descarbonización es el camino para seguir y que la reactivación económica debe ser compatible con los objetivos del Plan Nacional de Descarbonización y la NDC de Costa Rica”, señaló el ministro de Ambiente, Rolando Castro Córdoba.
Al cuarto año de inversiones, el empleo sería mayor de lo que habría sido sin COVID-19 y sin inversiones en descarbonización.
En el escenario de inversión más alta, el empleo aumenta 1,4% más que los niveles pre-pandémicos. Mientras más inversión verde, la recuperación de empleos fue más rápida
El sector construcción mostró los mayores beneficios de invertir en descarbonización, según el modelo matemático. Este sector tendría un aumento del valor agregado de entre el 8,1% y el 13,7% (entre 146 y 249 mil millones de colones).
“La crisis climática y la pandemia nos obligan a buscar transformaciones profundas. El divorcio de la economía del petróleo es impostergable y debe tener en cuenta a las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad”, señaló el Representante Residente del PNUD, José Vicente Troya Rodríguez.
Este estudio complementa un análisis previo realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el cual concluyó que realizar las inversiones señaladas por el Plan Nacional de Descarbonización generaría beneficios netos de $41 mil millones en la economía costarricense.
En breve
- Rendición de cuentas: En la Dirección de Cambio Climático realizamos un evento de rendición de cuentas sobre la gestión de los últimos 4 años (2018-2022). Aquí abordamos la mayoría de las acciones que hemos realizado para impulsar la acción contra la crisis climática. Usted puede consultar el video del evento en este enlace.
- Viaje sin Huellas: Ya hemos estrenado 4 episodios de esta serie sobre emprendimientos bajos en emisiones. Recuerde que puede ver un episodio nuevo cada semana por Teletica Canal 7 todos los sábados a las 10:30 am. Si quiere volver a ver episodios anteriores, puede consultar esta lista de reproducción en el canal de Youtube de Viaje sin Huellas. A continuación puede ver el episodio más reciente, estrenado el jueves 28 de abril, en el que visitamos la región Huetar Norte.
- Nuevos cursos en el Aula Climática: Tenemos dos nuevos cursos disponibles en nuestra plataforma de aprendizaje virtual Aula Climática: uno llamado Acciones de Mitigación y su registro en Costa Rica y otro llamado Sistema de gestión de la calidad en SINAMECC. Los cursos aportan información sobre transparencia climática y cómo registrar datos climáticos en Costa Rica. Ambos están dirigidos a todo público y no requieren tener conocimientos especializados sobre cambio climático.