Una cuarta parte de los cantones del país fortalecerán este año su planificación ante el cambio climático para limitar los impactos negativos de eventos climáticos en sus comunidades, sectores económicos e infraestructura.
Estos 20 municipios son parte del grupo de cantones piloto del Plan A: Territorios Resilientes, un programa que ayuda a integrar la adaptación al cambio climático en la planificación municipal y regional del país. Este programa es impulsado por la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía (DCC – MINAE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y financiado por el Fondo Verde del Clima (FVC).
La lista completa de cantones que participan en la primera etapa del Plan A la conforman Acosta, Alajuelita, Belén, Buenos Aires, Cañas, Corredores, La Cruz, Los Chiles, Matina, Montes de Oro, Naranjo, Nicoya, Osa, Parrita, Pococí, Puntarenas, Siquirres, Talamanca, Turrialba y Upala.
En conjunto, este grupo de cantones abarca un 20% de la población del país y un 43% del territorio nacional.
“Costa Rica está tomando medidas claras para hacerle frente a los retos que el cambio climático supone. Somos un país muy vulnerable por nuestras características geográficas, sociales y económicas, pero estamos haciendo lo necesario para protegernos. Las lluvias de las últimas semanas han revelado la urgencia de estas acciones para proteger familias y empleos. El trabajo con estas 20 municipalidades pioneras significa comunidades más seguras, donde las personas podamos tener bienestar y el sector económico pueda seguir funcionando”, dijo la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza Murillo.
El trabajo con estas municipalidades lleva buenas bases. El Plan A: Territorios Resilientes desarrolló entre junio y diciembre del 2020 un programa de capacitación para 40 funcionarios y funcionarias de las 20 municipalidades piloto. De manera paralela, entre 2020 y 2021 un equipo interdisciplinario de especialistas acompañó a los cantones a realizar un análisis de riesgo detallado en sus territorios y se actualizó la información sobre la vulnerabilidad que tienen cada uno de estos municipios.
Con esta información y con el acompañamiento del Plan A, los cantones empezarán este 2021 un proceso para identificar sus riesgos climáticos, plantear medidas de adaptación y finalmente incorporar estas medidas en sus instrumentos de planificación, como Planes Reguladores o Planes de Desarrollo Humano Cantonal. Eventualmente, además, todos los cantones crearán su propio Plan de Acción Local de Adaptación Climática.
Este último paso para crear los Planes de Acción y para integrar el cambio climático en los instrumentos de planificación regionales empezó de lleno en julio. En julio empezó el proceso en Parrita, Buenos Aires, Osa, Montes de Oro, Pococí y Matina; el Consejo Municipal de Puntarenas aprobó una moción para avanzar esta incorporación y el miércoles 21 y jueves 22 de julio empezó el proceso de georreferenciación de impactos asociados a eventos climáticos (como deslizamientos, zonas de inundación y movimientos de tierra) en Montes de Oro.
“Las municipalidades pueden tomar medidas para proteger a sus habitantes y a sus recursos a través de la planificación para la adaptación ante los efectos del cambio climático. Los desastres naturales de las últimas semanas nos han demostrado que es clave preparar nuestros territorios para que sean más resilientes y tengan mejor capacidad de adaptación ante el aumento en lluvias y otros eventos meteorológicos. El proyecto Plan A, le otorga a 20 municipalidades información y datos para tomar decisiones informadas y generar mejores planes reguladores, ordenar el territorio y mitigar el riesgo de su población“, dijo la Primera Dama, Claudia Dobles.
Por otra parte, el cantón de Alajuelita (el más avanzado del grupo y que funciona como un piloto dentro del piloto) finalizó a inicios de julio la identificación de cuáles medidas de adaptación son más promisorias. Los otros cantones empezarán en las próximas semanas.
“Para nosotros como cantón de Alajuelita, es de suma importancia estar en este proyecto de cambio climático, lo que nos permitirá contar con un plan de acción para adaptarnos a aquellos eventos climáticos que se presentarán. Eso significa tener un diagnóstico y bien mapeado todos aquellos factores que nos hacen ser más vulnerables. Tener el plan de acción es crítico, para poder adaptarnos y lograr contrarrestar cualquier situación que se nos presente”, dijo Modesto Alpízar, alcalde de la Municipalidad de Alajuelita.
La expectativa es que estos 20 cantones tengan listo su Plan de Acción Local de Adaptación Climática en el primer semestre del 2022.
La incorporación de medidas de adaptación ante el cambio climático en la planificación a nivel municipal resulta fundamental para hacer frente a fenómenos climáticos extremos, como las lluvias que afectaron este mes al Caribe y la Zona Norte, los ciclones tropicales y las sequías. Sin embargo, incluir estos componentes es un proceso largo y complejo.
Los cantones fueron seleccionados para el plan piloto por contar con mayores condiciones de vulnerabilidad a los impactos del cambio climático y por su representatividad geográfica, social y económica. Personal de estos 20 cantones fueron quienes participaron en el programa de capacitación el año pasado.
El programa de capacitación que tomó lugar el año pasado incluyó 10 módulos teórico-prácticos, a través de los cuales las personas participantes pudieron entender los retos que plantea el cambio climático y la variabilidad, así como fortalecer sus capacidades para impulsar un proceso de transformación y transversalización de la adaptación en sus municipalidades.
Ese grupo de funcionarios y funcionarias municipalidades ahora liderará la inclusión de la adaptación climática en la planificación de sus 20 cantones, con el apoyo y acompañamiento de especialistas del Plan A.
El proceso del Plan A también es apoyado por el despacho de la Primera Dama, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), el Instituto de Fomento y Apoyo Municipal (IFAM), el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH), el Instituto de Vivienda y Urbanismo (INVU), el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) y la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena).
Las etapas de la Planificación.
El proceso de incluir cambio climático en la planificación municipal cuenta con cuatro etapas que comienzan con un análisis de los riesgos climáticos actuales y futuros del cantón, así como las principales necesidades y oportunidades de adaptación. Tras identificar las medidas de adaptación y priorizarlas, en una segunda etapa, cada cantón establecerá un proceso de monitoreo y evaluación de las medidas en una tercera etapa. La etapa final consolida estos pasos en un Plan de Acción Local para la Adaptación Climática que a su vez identifica oportunidades para la integración de estas medidas en instrumentos de planificación el desarrollo local
Como uno de los primeros pasos, en la mayoría de los cantones el Consejo Municipal aprobó una moción que compromete al gobierno municipal a integrar los riesgos y las medidas de adaptación a la variabilidad y el cambio climático en la planificación municipal.
Con ese compromiso, cada cantón del grupo piloto empezará este año a transformar sus diagnósticos y análisis en un plan para hacerle frente al cambio climático en el cantón.
Los restantes 62 cantones tendrán acceso a un programa de capacitación virtual facilitado en el sitio web de la Dirección de Cambio Climático, que los acompañará en la creación de su propio plan. Estos cantones también tendrán acceso a tres guías que estarán disponibles en la página web de la DCC a partir de setiembre y que brindarán orientaciones para comprender conceptos de cambio climático, adaptación y llevar a cabo procesos de planificación con criterios de resiliencia climática a nivel local.
Costa Rica es un país altamente vulnerable que ha sufrido impactos importantes, incluyendo las lluvias extremas en el Caribe y la Zona Norte la semana pasada. Por ejemplo, el huracán Otto generó daños y pérdidas en el 2016 por ¢106.258 millones y una afectación directa a 10.831 personas en 461 poblados, así como 10 personas fallecidas en los cantones de Upala y Bagaces.
La tormenta tropical Nate, que impactó el país por únicamente tres días en el 2017, ocasionó pérdidas y daños que sumaron más de ¢327.160 millones de colones (el equivalente al 1% del PIB para ese año), además de grandes impactos sociales como 14 personas fallecidas y el desplazamiento de 11.517 personas que debieron buscar refugio.
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